Cien rayuelas para Julio Cortázar
Arte que se juega / Una hora de diversión pública
Los diseños de Marta Minujín se colocaron en la 9 de Julio y los transeúntes los disfrutaron
Ayer a la tarde, durante dos horas, dos carriles de la siempre muy transitada avenida 9 de Julio, entre Bartolomé Mitre y Perón, permanecieron cortados no por reclamos políticos sino por un evento artístico.
El Obelisco fue testigo de una acción pública del arte efímero de Marta Minujín. Invitada por el Ministerio de Cultura porteño para cerrar un programa de homenajes al escritor Julio Cortázar, a 25 años de su muerte, la artista imaginó un centenar de rayuelas desplegadas sobre la avenida 9 de Julio.
Y así se hizo. Su diseño de una rayuela multicolor de unos cinco metros fue ploteado cien veces y adherido a la avenida. Cada jugador estaba invitado a ir desde la Tierra hasta el Cielo, lanzando una "piedra mágica" -un cubo de telgopor cubierto con un papel fucsia- firmada por la artista. La consigna indicaba que si lograba llegar sin perder hasta la quinta rayuela de la hilera el jugador se llevaba esa piedra como premio. El poco tiempo de juego -30 minutos- y la falta de rigor de los participantes hizo que los colaboradores entregaran los "premios" al azar. Los participantes, mayoría jóvenes, subsanaron con alegría los inconvenientes de la organización.
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